lunes, 5 de septiembre de 2016

Por qué Hillary Clinton no da ruedas de prensa

Hillary Clinton lleva 280 días sin dar una rueda de prensa. Sus partidarios dicen que la razón está en que los periodistas suelen ser machistas con ella y que le hacen preguntas que no le harían a un hombre, pero en mi opinión el motivo es mucho más simple: no se siente nada pero que nada a gusto respondiendo a preguntas aleatorias que no puede preparar como haría con cualquier entrevista en una cadena amiga. Y se pone tan incómoda porque no sabe afrontar situaciones en las que no lo tiene todo bajo control. Es decir, porque es insegura.

Si nos fijamos en su campaña, Clinton, a diferencia de Donald Trump, no da ni un solo discurso sin teleprompter. Necesita estar leyendo constantemente, tenerlo todo bajo control (a veces hasta hacer el ridículo). No sabe improvisar, y cuando lo hace, normalmente o se bloquea o pierde los nervios, ya sea sobreactuando de manera chirriante o, lo que es peor, dejando mostrar su enfado.

En el vídeo a continuación se ve claramente de lo que estoy hablando. Se trata de su primer viaje de campaña en el que la prensa la acompaña en el mismo avión. Ya desde el principio, Clinton aparece sobreactuando de mala manera, diciendo que está ‘excitadísima’ de estar montada en ese avión y ‘muy contenta’ de que la acompañen los periodistas. ‘Creo que está muy bien, ¿no?’, les dice sin salir de su sobreactuación. Cuando ve que no le ríen mucho la gracia, le llega a decir a uno que ‘se supone que tienes que decir sí’. Le incomoda hasta eso.



La escena resulta tan chirriante que llega a dar un poco de pena. Se huele su incomodidad a kilómetros, en un momento hasta respira hondo para quitarse el nerviosismo, y eso que la prensa sólo acierta a preguntarle qué tal le ha ido el fin de semana (menuda vergüenza de prensa, por cierto). Además, si está tan ‘contenta’ y tan ‘excitada’ (‘he estado esperando este momento tanto tiempo’, llega a afirmar) no se entiende por qué el encuentro apenas dura unos segundos antes de irse corriendo a su zona de confort alejada de los periodistas.

El gran problema de Hillary Clinton y uno de los motivos por los que estoy tan convencido de que no tiene ninguna posibilidad de ganar contra Trump es esa falta tan evidente de naturalidad y autenticidad. No está disfrutando nada de la campaña y se le nota demasiado que está desesperada por ganar las elecciones. Habla y se mueve como un robot y, salvo excepciones, es incapaz de transmitir ningún tipo de humanidad. Todo tiene que estar programado al milímetro. En este sentido, me parece lo más inteligente por su parte no celebrar ruedas de prensa: no le benefician en nada, y el daño que pueda hacerle el propio hecho de no dar la cara ante los periodistas compensa con creces el perjuicio que le supondría mostrar su falta de naturalidad más a menudo. Aún así, el pueblo americano la conoce desde hace décadas, todo el mundo sabe que es un personaje artificial.

Por cierto, ¿sabéis quién dejó de dar ruedas de prensa en campaña y se estrelló contra su rival en las elecciones?

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